Este domingo 16 del tiempo ordinario (22 de julio) nos presenta el ejemplo de vida de Jesucristo, Buen Pastor que tiene misericordia de nuestra vida.
Veamos ahora a la luz del salmo 22 los rasgos característicos de nuestro Buen Pastor:
1. “Nada nos falta”, con Él, todo lo tenemos, lo necesario y mucho más, es la respuesta a nuestras necesidades.
2. “Me hace recostar en verdes praderas”, nos lleva a pastos abundantes, nos alimenta y nos transmite calma.
3. “Me conduce a fuentes tranquilas”, es nuestro guía y nos lleva a experimentar una profunda calma en medio de nuestros afanes y preocupaciones.
4. “Repara nuestras fuerzas”, si llegamos débiles y cansados, nos fortalece y anima, si llegamos destruídos, nos reconstruye.
5. “Me guía por el sendero justo”, me orienta en el camino y me muestra la justicia como sendero del bien.
6. “Nada temo, tú vas conmigo”, el Buen Pastor me da valentía y coraje para avanzar, su compañía transmite seguridad y confianza.
7. “Me sosiego en Él”, encuentro esa calma y tranquilidad que pierdo en medio de mis dificultades diarias.
8. “Preparas una mesa enfrente de mis enemigos”, su amor me hace amigo suyo y me defiende de mis enemigos y de todo mal. Ese banquete que me da es la Eucaristía, fortaleza para vencer todo mal.
9. “Me unges la cabeza”, me consagra y me bendice, me hace suyo y me transmite ese valor para enfrentar la vida
10. “Mi copa rebosa”, su generosidad se desborda conmigo, la alegría es abundante si nos llenamos de Él.
11. “Su bondad y misericordia me acompañan todos los días”, el amor de Dios es fiel, constante y eterno, nunca nos abandona.
12. “Habitaré en la casa de Dios por siempre”, ese Buen Pastor fiel nos pide fidelidad y constancia, no descuidemos nuestra responsabilidad para con Dios.
Dios nos ayude para que encontremos en Él aquel consuelo, aquella paz y aquella tranquilidad en nuestra vida.
No todo puede ser trabajo, necesitamos el descanso para recargar fuerzas para seguir sirviendo y amando la vida.
Feliz semana para todos.
Con aprecio.