Este domingo 17 del tiempo ordinario (29 de julio) nos permite leer e interpretar la Palabra de Dios en clave eucarística.
Es Jesucristo el Pan de Vida que se parte y comparte para saciar el hambre de la multitud.
Veamos algunos aspectos valiosos del texto y que merecen ser resaltados:
1. “Jesús sube a la montaña y se sentó”, Él es el Nuevo Moisés que reúne a su nuevo pueblo para enseñarles un nuevo estilo de vida y para darles el Nuevo Maná.
2. “Levantó los ojos y vió una multitud”, es una mirada llena de compasión, bondadosa y misericordiosa que es sensible a la necesidad del hombre.
3. “Cinco panes y dos peces”, es la colaboración humana a la acción poderosa de Dios, la abundancia no sale de la nada sino de lo poco, Dios nos pide algo para poder actuar, sin nosotros no acontece el milagro. Dios da cuando el hombre aporta algo.
4. “Tomó los panes y los peces, dijo la acción de gracias y los repartió”, Dios recibe lo que el hombre le ofrece, acepta la colaboración humana, agradece al Padre y acontece el milagro o la señal del poder y la bondad de Dios en favor del hombre necesitado. Es la mano generosa de Dios que comparte la vida, el alimento, su generosidad.
5. “Se saciaron y sobró”, la generosidad de Dios es abundante, es multiplicada en bendiciones para el hombre creyente, nos da mucho más de lo que necesitamos, es el amor de Dios que se traduce en comprensión, unidad y paz para aquellos que comparten el Pan de Vida.
Todo estos aspectos los relacionamos con la Eucaristía: Dios nos reúne para ser nuestro Maestro y nuestro alimento, nos ve con ojos misericordiosos, acepta nuestra colaboración y recoge nuestras necesidades, nos acompaña en nuestra acción de gracias semanal o diaria y nos sacia de sus bendiciones.
Somos invitados por el Señor a compartir el Banquete de nueva vida, traemos poca fe, cargando nuestros problemas y necesidades, el Señor nos nutre, nos fortalece y nos sacia para continuar nuestra marcha.
Seamos cristianos católicos eucarísticos, asistamos a la Eucaristía por gratitud, porque la necesitamos, por convicción y no sólo por una mera obligación.
Feliz semana para todos.
Con aprecio.