Celebramos en este primer domingo del año (6 de enero) la solemnidad de la Epifanía del Señor (antes fiesta de los reyes magos).
Sea ésta una hermosa ocasión para consagrarle a Dios este nuevo año, que siempre nos acompañe y nos bendiga en todos los proyectos a realizar.
Quisiera resaltar en este domingo tres aspectos de dicha celebración:
1. Un Dios que se revela, se muestra, se da a conocer a toda la humanidad; un Dios sin exclusiones que como el sol ilumina a todos los pueblos, un Dios universal, con todos y para todos.
2. La estrella que guía hasta encontrar a Dios; necesitamos ser buscadores de Dios, Él se deja encontrar para que lo adoremos y lo reconozcamos como lo más valioso e importante de nuestra vida.
Esa estrella es nuestra fe que nos va iluminando a lo largo del día hasta encontrar a Dios. Esa estrella puede ser cada uno de nosotros que debemos guiar a otros a encontrar el sentido de la vida en Dios.
3. Las ofrendas: ya Dios no espera el oro, el incienso y la mirra sino nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros talentos, sueños, decisiones, problemas, dificultades; todo lo que somos, tenemos y queremos alcanzar, se los ofrendamos a Dios para que nos bendiga y nos guíe siempre por sendas de bien.
Cada uno de nosotros representa un sabio de oriente que busca, encuentra, adora y reconoce la bondad y la grandeza de Dios.
Feliz año 2019, lleno de la prosperidad y de las bendiciones de Dios.
Con aprecio.