En la celebración de la Dedicación de la Basílica de Letrán, el domingo 9 de Octubre, se le hizo una bellísima reflexión a los confirmandos:
A partir de los elementos constitutivos del ámbito celebrativo, Monseñor Alberto Rolón, explicó:
-En primer lugar, La Pila Bautismal, el lugar donde se nace a la vida sacramental, y así como el Templo del que manaba agua viva, -Ezequiel 47, 1-2- todo el que participa del bautismo se hace merecedor de la Gracia Bautismal, ser hijo adoptivo de Dios.
-Segundo, El Sagrario, el lugar más sagrado del Templo, cada jóven confirmado es también Sagrario Vivo de la Presencia de Jesús y debe ser preservado de todo pecado para no ser profanado.
-Tercero, El Ambón, el lugar desde donde se proclama la Palabra Divina, quien recibe la confirmación se ratifica en la triple misión recibida en el bautismo, Profeta, Sacerdote y Rey, el confirmando es también partícipe de la misión de la Iglesia, que tiene como tarea llevar la Palabra de Dios.
-Cuarto, El Altar, donde acontece el sacrificio de la Eucaristía, Jesús Sacerdote, Víctima y Altar cómo lo dirá la Plegaria Eucarística, quien se confirma ha de ofrecer su vida al igual que el Señor.
-Y finalmente, Las Columnas que sostienen toda le estructura física del Templo, en la Iglesia son los Apóstoles; al recibir dicho sacramento se convierten en verdaderos apóstoles en su parroquia y para la Iglesia Universal, así como el templo es consagrado, el confirmando recibe la unción con el santo Crisma, marcándolos para Dios.