La Diócesis, Territorio de Misión
La Diócesis de Montería, sin duda, es un lugar de misión, la vasta extensión territorial, geografía de difícil acceso, la necesidad de la sacerdotes expresadas por las mismas comunidades, entre otros aspectos, son muestra de ello, por ende, también preocupaciones fundamentales del obispo diocesano, que de primera mano pudo constatarlo, el día 14 de Noviembre, que por invitación del párroco José Laguandio Salgado, emprendió un viaje rumbo a Pueblo Bujo pero con una estación en el Cocuelo, después de casi hora y media de camino llegaron a una capilla enclavada cerca de La Escuela, en la Plaza Principal y ahí fueron recibidos por personas de la comunidad en especial niños, que a esa hora estaban en sus quehaceres académicos, pero nada impediría su contacto con el señor obispo, para ellos una gran novedad, sería la primera vez que tenían de cerca a tan alta dignidad religiosa y según los adultos de la comunidad hacía mucho tiempo no tenían tan ilustre visita, que por un momento cambio la rutina escolar y los oficios domésticos; todos salieron sin ocultar la emoción y recibieron a quien solo conocían por referencias.
Llegados a la capilla, y de las manos de los niños, presentaron la Palabra, Agua para bendecir y Cirios-Luz, tres elementos escogidos muy bien, cada uno de ellos explicados por Monseñor Alberto Rolón, partiendo del texto de Gen, 1, 1ss, desde la vida sacramental, refiriendo cada uno de ellos al Bautismo, mientras muy atentos escuchaban tan sencilla catequesis.
Continuaba -el obispo- poniendo de presente la alegría de vivir en tan bellos paisajes, alejados de la contaminación de las grandes ciudades, invitándolos a valorar la obra de Dios; después de ello los bendijo, pues el camino no acababa ahí, el destino final era llegar a Pueblo Bujo donde tendría lugar las confirmaciones de algunos jóvenes y adultos, a la vez, se continuó el viaje alrededor de cuarenta minutos, hasta llegar al final del recorrido, para ser recibido por toda la comunidad, que en calle de honor, manifestaba la alegría del encuentro con su Pastor; una vez celebrada la Eucaristía, tuvo lugar un encuentro con los líderes de dicha población muy interesados en el crecimiento espiritual de su Pueblo Bujo, quienes fueron escuchados con atención por el obispo y el párroco; manifestaron su deseo de remodelar la capilla, donde cada quince días celebran la Santa Misa, y que muy a pesar de la distancia y del difícil acceso su párroco les hace sentir el acompañamiento espiritual y pastoral, así que también fue reconocida su labor, además manifestaron el deseo de apoyar las vocaciones, dado su deseo de ser acompañados permanentemente por un sacerdote, entendiendo que la vocación sacerdotal y religiosa también es tarea de las familias, que forman la comunidad Cristiana, motivados también porque al final de la celebración dos jóvenes de la comunidad manifestaban al Obispo su deseo de ser religiosas.
BIENVENIDA A EL COCUELO
RECIBIMIENTO EN PUEBLO BUJO
