En la significativa festividad de la Presentación del Señor, la Diócesis de Montería se embarcó en una jornada pastoral llena de simbolismo y compromiso. El día se inició con el cálido recibimiento de la Parroquia San Luis Beltrán en Montería, donde el Padre Darío Peinado Babilonia, fiel pastor de los últimos cinco años, traspasó el gobierno pastoral al Padre Miguel Muñoz en un ambiente de reflexión y diálogo comunitario.
Desde allí, la peregrinación pastoral se dirigió a Lorica, “antigua, señorial y saudita”, donde el Padre Manuel Montes entregó al Padre Darío los destinos pastorales de la parroquia Santa Cruz. Este momento no solo cumplió con las formalidades administrativas, sino que también permitió el encuentro fraterno con representantes diocesanos y la participación de algunos diáconos en los asuntos pastorales y espirituales.
El día culminó con un almuerzo típico de la región del Sinú, proporcionando un espacio para la fraternidad y el intercambio de experiencias pastorales.
La última parada llevó la jornada a Momil, donde el Padre José Varela cedió la responsabilidad de la parroquia al Padre Jorge Ramírez, guiados por la dirección espiritual del obispo diocesano. Este recorrido pastoral, marcado por la dedicación y el compromiso, fortaleció los lazos entre la cabeza visible de la diócesis y los pastores que sirven en las comunidades.
La presencia de la Primera Dama del municipio de Momil, la sra. Lorena Torralvo, quien vino a comunicar al obispo diocesano Mons. Alberto Rolón, su cercanía y bienvenida a la comunidad, agregó un toque especial al día, expresando gratitud por el servicio del párroco saliente y brindando buenos deseos al nuevo párroco.
Esta jornada pastoral no solo formalizó los cambios en el liderazgo de las parroquias, sino que también marcó un nuevo capítulo en la vida espiritual de estas comunidades, guiado por el compromiso pastoral y la conexión cercana entre la diócesis y sus fieles.