Hoy celebró el colegio San Francisco de Asís, Cincuenta Años de su existencia al servicio de la comunidad del Municipio de Chinú y en la capilla de dicho colegio tuvo lugar una charla dirigida por Monseñor Alberto Rolón, a los docentes quienes celebraban mediante acto protocolario su jubileo, entre las personalidades que se encontraban se hallaba la gestora social de dicho municipio, la secretaria de educación,  el rector de la Institución y demás ilustres invitados, además el Párroco Rafael Ruiz y su vicario parroquial Julio César Moreno .

Y partiendo del texto de San Juan, 10, 1- 15, (Jesús, Buen Pastor), hizo la siguiente meditación:

• Resaltó el significado de la palabra “Puerta”, quien pasa por la puerta es porque puede decir su nombre, se identifica, es de confianza, sin lugar a dudas Cristo es la Puerta. El maestro es un “llamado”; enseñar es una  vocación, que equivale a identificarse con lo que se hace. La vocación no es una función sino un estilo de vida. Identificarse con lo que se hace es hacerlo parte de mi ser. La verdadera identidad expresa la vida. La Vocación es realizarse y ser feliz.
• Lo interior es lo que debe imprimir carácter (sello). Ser maestro debe ser del corazón hacia afuera, y no al contrario, hoy se ponen los ojos en lo que hacen los jóvenes y se les descalifica; cuando es así, sólo “por lo que se ve”(apariencias), esto no los realiza como personas sino que los  frustra. El maestro es que el hace el pastoreo. El maestro es hoy por hoy, madre y padre, es amigo, es figura de Jesús.
• El discípulo necesita el reconocimiento de su maestro, de este modo, aquel se hace importante para este último,  si éste desprecia a su discípulo habrá ganado un enemigo por no llenar sus expectativas.
• Algunas veces falta humildad en la vida de los docentes para pedir excusas, ésta es una virtud franciscana, con la humildad San Francisco se hizo capaz de  valorar todo como acción de Dios, estableciendo una hermandad con toda la creación. Con humildad se sana la vida de los discípulos.
• La Felicidad, no es exterior sino interior, aquella es ver al otro, a ése que se me encargó, realizado. Cuando se dice: que alguien no sirve para nada, -cosa equivocada, pues todo tienen cualidades- es porque no se ha descubierto lo que verdaderamente lleva el otro en sí, de ahí la necesidad de valorarlo esperando lo mejor. Hizo alusión, a un joven, a quien quizás no se le había valorado y que hoy es sacerdote, pues a través de pequeños retos, lo fue llevando hasta despertar en él la  vocación sacerdotal.
• El maestro debe mirar más allá de los actos de sus alumnos,  importante es desde dónde mira, preguntándose, con qué intención lo hace para llegar al fondo de lo que refleja realmente su discípulo,  por esto ser maestro  debe ser una  vocación, es necesario entrar por la puerta, para ser feliz con aquellos que son mis hijos (estudiantes). Desde una mirada de lo que somos  y de lo que hemos hecho, podemos llegar a los demás, cuántas personas piden castigo para otros pero paradójicamente por esa misma razón se les pudo haber castigado a ellos en otro tiempo.
• La expresión “sacar del redil” (signo de seguridad), -explicó- significa  que el maestro da los elementos necesarios  a sus estudiantes que los capaciten para hacerle frente al  mundo de hoy, con valentía, poniendo de relieve el valor de la verdad, en un mundo con hiperinformación, Cristo es la verdad.
• Y finalmente frente a la hipercompetencia reinante de hoy, donde no importa el otro con tal de escalar, -recordó- el Maestro Jesús Predica el servicio, ser el último, el servidor de todos(Mateo 20,28). Primero debe estar la persona y no lo que hace, si no está la persona lo que hace no tiene sentido, será falsedad, invitó a los maestro asistentes a volver sobre la Persona. Volver al Amor del Señor, ése es el camino, en su labor  para ser felices.
• Y destacó que el Maestro tiene una tarea fundamental: ayudar a  levantar la mirada, para que su alumno mire la realidad y la supere, la mire objetivamente, de ahí lo lleve a la Trascendencia, de este modo el maestro tendrá un premio definitivo, que no es un salario sino una vida plena, del amor misericordioso, de la felicidad infinita que se haya en Jesús.

Luego de esta meditación se despidió y  partió para presidir la Eucaristía de las fiestas Patronales y Confirmaciones en el Templo Parroquial.