Hemos iniciado el tiempo de la cuaresma, camino de preparación a la pascua, 40 días para fortalecer nuestra vida espiritual y poner en práctica las obras de misericordia.
Este primer domingo cuaresmal (18 de febrero) nos ofrece una gran riqueza temática la Palabra de Dios que vamos a proclamar y reflexionar.
Hay tres enseñanzas que quisiera resaltar:
1. La vida cristiana es un llamado apremiante a la conversión, es decir, a cambiar, a transformar nuestra vida; necesitamos corregir todo aquello que nos aparta de Dios y que no nos deja avanzar. Nuestro Dios, rico en misericordia, siempre nos da nuevas oportunidades.
2. En nuestra vida diaria debemos enfrentar luchas, Jesús hoy combate contra el mal, así es nuestra vida, vivimos en medio del bien y el mal, en medio de alimañas y ángeles, Dios nos da la fuerza para enfrentar esos dilemas y luchar, esa es la vida, una continua lucha diaria.
3. Con la ayuda de Dios, somos vencedores, triunfadores; Jesucristo venció la tentación, con su vida venció la muerte, es un Dios victorioso. Así debemos vivir siempre: con mentalidad optimista, triunfadora, positiva. No nos podemos dejar vencer ni vivir como derrotados, tenemos un Dios que nos levanta, nos anima y nos ayuda a vencer.
Vivamos esta cuaresma como una experiencia de desierto, es decir, en el silencio, la interiorización, en el encuentro con ese Dios que nos fortalece.
Seamos personas de esperanza, Dios tiene promesas de vida nueva, de días mejores.
Bienestar y paz para todos en esta nueva semana.
Con aprecio.
Pbro. Carlos Orozco