El liderazgo de los laicos en especial el de la zona rural ocupa un lugar preponderante en la pastoral de la Iglesia, más en la diócesis de Montería que cuenta con muchas parroquias con un gran componente de este tipo e incluso parroquias urbanas que atienden muchas veredas, la Vicaría de Planeta Rica no es la excepción, de ahí que en el recorrido pastoral de esta visita, se haya privilegiado este encuentro con agentes de pastoral que realizan su acción en el campo.

En su intervención Mon. Rolón, tomando la Parábola del sembrador (Mc 4,1-9) fue poniendo unos indicadores extraídos del mencionado pasaje, estos son algunos:

-Un líder debe caracterizarse por la paciencia, la misma que tiene el que siembra hasta que la simiente empieza a germinar, todo en su justa medida sin afanes desmedidos.

-Un líder debe llevar impregnado en lo que hace el estilo de Jesús.

-Un líder está llamado a sembrar confiadamente en el poder de Dios, que es Quien hace germinar la semilla y fructificar.

-Debe revisar constante su propia vida preguntándose y ¿yo qué clase de terreno soy?

-Cuando los frutos no son abundantes como se quiere, invitó a no desanimarse por ello, por ejemplo cuando en el ejercicio de la tarea no sigue llegando la gente que se espera… Ánimo!!!, fue su invitación.

-El líder como el sembrador debe evitar, cualquier distracción que lo aleje de su misión y tarea.

-La perseverancia es fundamental para que pueda verse la obra de Dios, un líder que no persevera está abocado al fracaso rotundo.

-El sembrador lo es, en función de su oficio, quiere decir que sino siembra que caso tiene que se le dé ese apelativo, un líder, igualmente debe ejercer su función o servicio pasando  de lo nominal meramente a lo concreto.

-El sembrador procura conservar la tierra libre de contaminación, un líder no debe dejarse contaminar del mundo.

-El Señor le pide a un líder dar lo todo, sin reservas, por ellos les preguntó: “¿Soy ejemplo para realizar lo que Dios me pide?”

-Cristo vino a sembrar con su propia vida, con lágrimas y dolores, enseñándonos el perdón, vale para quien se define a sí mismo como líder.

-El sembrador lleva su semilla, el líder lleva la Palabra de Dios que contiene vida y Vida Eterna.

-La Palabra nos une a Jesús, para producir vida eterna, que no se reserva para sí, sino, que crece en la medida en que la compartimos y se ayuda a los demás a vivirla plenamente.

Terminó abriendo el diálogo, no sin antes reconocer y agradecer el trabajo que están realizando en la edificación del Pueblo de Dios.

Acabado ese momento se celebró la Eucaristía presidida por el Señor Obispo Alberto Rolón, clausurando el tercer día de la Visita Pastoral.