En el penúltimo día de la gira pastoral, el Señor Obispo fue conducido hacia Villa Nueva, comunidad que pertenece a la P. Sagrado Corazón, Valencia, donde fue recibo por una porción de esa comunidad y con los cuales tuvo luego un reflexión en torno al texto de Mateo 25, 14ss, que corresponde a la parábola de los talentos.
Desde la óptica de ese Evangelio les recordó la tarea de poner a producir lo que Dios nos da, eso es, una misión de vida cristiana, que debe desarrollarse de la mejor manera, cuando ocupados y preocupados por las cosas de Dios ayudamos en la edificación de su Reino en el Mundo, pero además en el espacio concreto como lo es la comunidad de Nuestra Señora del Carmen de Villa Nueva, máxime, cuando le manifestaron su deseo de ser una parroquia propiamente constituida, segregada de la actual.
Al igual que el hombre del pasaje en mención el Señor sale y no nos deja a la deriva o solos, sino que Él nos deja el Evangelio; los llevó a plantearse la pregunta: “¿Están haciendo prosperar ese encargo?”
Podría algún cristiano pensar que no ha recibido ningún encargo y por tanto no estar en la obligación de ser verdaderamente constructor del Evangelio, por supuesto está totalmente equivocado, ya que desde el bautismo recibimos esa vocación, en la que los padres y padrinos también son cooperadores en la realización de ese encargo.
De ahí que hoy día se deba tomar conciencia de la vocación, que es una llamado de Dios Padre y por tanto, somos hijos y a la vez depositarios de las riquezas de Dios: la familia, los sacramentos, la naturaleza que es “la casa común” como dirá el Papa Francisco.
Y si para alguno aún no es suficiente, el cristiano tiene la Biblia, que es en palabras del Obispo, “La carta de amor de Dios a los Hombres, en ella se nos revela a plenitud”.
Y si alguno tiene dudas, entonces, se tiene el milagro de la Eucaristía, el pan y el vino se convierten por la acción del Espíritu Santo en el cuerpo y sangre de Cristo, qué decir de confesarnos que nuestros pecados también por el milagro de la absolución sacerdotal, se borren, sean eliminados.
¿Cómo no aprovechar la riqueza de la gracia Divina presente en los sacramentos?-Preguntó.
Por ende, si bueno cristianos queremos ser, administrar bien los talentos debes hacer.