En el día de Hoy, se reunió la Iglesia Diocesana, en cabeza de los Consejos Parroquiales de Pastoral, fueron mas de 400 fieles, los que se unieron al lanzamiento del Tercer Año del Primer Trienio del Plan Pastoral, además se hizo la presentación de la Segunda Etapa de las Catequesis que acompañarán este nuevo itinerario, el lema para este ciclo es “En la Nueva Alianza, Dios es Nuestra Justicia
Estuvo el día lleno de la efusión del Espíritu Santo, el Señor Obispo Rolón, fue el encargado de darle la bienvenida a los asistentes, luego una magistral lectio Divina del Pbro. Alfredo Ramos Genes, Vicario de Pastoral, también hubo lugar para la presentación de cada una de las Vicarias y Parroquias, por el Pbro Richard Doria, Miembro del Consejo Pastoral Diocesano.
La Comunidad Juvenil se hizo presente con “Noti Pastoral”, un recurso pedagógico para la Exposición del Estado Actual del Itinerario Pastoral.
Ya entrado en la Celebración de la Eucaristía el Pastor Diocesano, llamó desde el Evangelio a “Ir a la Otra Orilla, invitación de Jesús a sus Discípulos, y que el obispo hacia extensiva a los fieles, puntualizó, Dejémonos llevar del Señor, Él sabe a donde vamos, depositemos nuestra confianza en El”.
Recordó, ademas que el subir a la Barca es asumir responsablemente el compromiso de la vida cristiana, con todos los riesgos, retos y dificultades que se puedan presentar.
Frente a la pregunta, ¿Qué despertó a Jesús, el viento y el oleaje? No!!! Lo Hizo La Súplica de los Discípulos.
Recalcó, que debemos tener una cuota de humildad, para reconocer que el verdadero Timonel es Cristo, es Él quien lleva la barca.
Interpeló a los fieles asistentes, ¿Qué te hace falta? Pues, basta que Jesús hable y todo se calma, continuó, ¿Qué nos pide? FE, que como lo define la Carta a los Hebreos es “Seguridad de lo que no se ve, certeza de lo que se espera”.(Hb 11, 1)
La Fé debe darse, compartir, entregar, invitó a propagar la fe, con impulso siempre nuevo.
Terminaba su reflexión, con un rotundo Obedezcamos al Señor, Él es Creador, Èl lo puede Todo.
Una vez finalizada la Eucaristía hizo el Envío de los Laicos a vivir en el Evangelio traducido en un compromiso cada vez, más comprometido y apasionado.
