En el primer día de Visita Pastoral, en la agenda estaban los jóvenes después de una mañana muy provechosa con los consejos parroquiales de la Vicaría Foránea, reunidos en el salón parroquial “Sagrado Corazón de Jesús” de Nuestra Señora de Lourdes, el tema: La Amistad.
De vital importancia es para los jóvenes en una etapa de convulsionados cambios, nuevas formas y conceptos acerca de las relaciones interpersonales, tener claridad al respecto.
De ahí se derivan los profundos interrogantes sobre sí mismos, el mundo, Dios y los Otros, en especial sobre cómo hacerle frente a la interacción cara a cara y no solo virtualmente, cosa en la que son expertos; interpretando, pues, esta necesidad e inquietud Mons. Alberto Rolón, partiendo de la Sagrada Escritura, explicó lo que podríamos llamar criterios para una sana, larga, verdadera y sincera amistad
-El amigo siempre debe decir la verdad
-El amigo que no es sincero entonces es enemigo
-El verdadero amigo te ayuda a creer y a ser la mejor versión de Tí mismo
-Un amigo interesado no vale la pena
-En la prueba, en los momentos difíciles, se conoce verdaderamente un amigo veraz
-La traición de un amigo es un abuso a la confianza depositada en él, por tanto el que es verdaderamente un amigo no traiciona
-Un amigo es capaz de salvaguardar tus secretos y respeta lo que se le ha confiado
-Te acepta tal y como eres siempre en miras de hacerte crecer
Y finalmente, el modelo de toda amistad es Jesús, quien nunca falla, de ahí el llamado a ser como Jesús, fiel y leal; si alguien quiere verdaderamente ser tu amigo debe ser como Él.
Y ahora, volvemos sobre el asunto planteado al principio y es que Monseñor Rolón tocaba el corazón de los jóvenes, cuando hablando acerca de su vocación y ministerio, resumía su discurso en: “Jesús, el Amigo por el que he dejado todo“; ciertamente en la vida sacerdotal Jesús se convierte en la razón, en la persona por la cual, se es capaz de dejarlo todo para seguirlo, se deja familia, tierra y otras renuncias hechas con libertad y profunda alegría, porque el Señor nos quiere para Él y reclama por nosotros.
No cabe duda que cuando Él se convierte en lo mas importante, con toda seguridad se puede vivir plenamente, punto en que desembocaba la reflexión del jerarca, pues sus palabras estaban cargadas de convicción, persuasión y satisfacción que sólo la experiencia de la vida pueden dar.
Los jóvenes al cabo de su reflexión, tuvieron una ronda de preguntas a las que Monseñor con amor de padre fue respondiendo; surgieron importantes interrogantes que manifiestan la preocupación por su rol en la Iglesia y de ésta en el mundo actual sobre todo en Colombia y su búsqueda de la tan anhelada paz.
Una vez finalizado dicho encuentro se les invitó a la Eucaristía en el Templo Parroquial de Nuestra Señora de Lourdes.