Este domingo 21 de octubre nos pone a reflexionar en torno al valor del servicio.
Jesucristo es ejemplo de la grandeza de esta virtud, siendo Dios no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida por la redención de toda la humanidad.
Hacemos parte de una cultura en donde nos gustan los halagos, los honores, los “endiosamientos”, las reverencias, las pleitesías, las atenciones, en fin , todo aquello contrario a lo que hoy el Maestro nos quiere enseñar.
Jesucristo invita a sus discípulos a seguir su ejemplo y doctrina, en donde el servicio es camino de realización personal. Éste debe hacerse con generosidad, con humildad, con amor, con alegría.
Servir desde nuestra profesión, oficio o rol; hacerlo siempre y sin esperar aplausos ni reconocimientos.
Dos grandes ejemplos quisiera resaltar en este día: Santa Laura Montoya, una gran misionera que con humildad y valentía sirvió a Jesús en los más excluidos de la sociedad. El segundo referente de servicio es Monseñor Darío Molina Jaramillo, pastor incansable que por 17 años sirvió con todas sus capacidades a esta iglesia particular de Montería; su palabra clara, profunda y libre; su ejemplo admirable quedará por siempre en nuestras mentes y corazones.
Sigamos confiando en Dios, Él es nuestra esperanza en este camino de servicio que debemos recorrer.
Bienestar y paz en esta nueva semana.
Con aprecio.