Apreciados jóvenes
Que la gracia y el amor de Dios, estén siempre con ustedes.
Esta oportunidad que nos da el Señor, es realmente una gran bendición para ustedes y para todos los que peregrinamos en esta Iglesia particular de Montería.
Quiero que tengamos en cuenta cuatro elementos que enriquecen este maravilloso encuentro:
1. En el contexto del mes de octubre, mes en que la Iglesia de manera especial nos llama a vivir y a hacer misión, y por ello debe despertarse en nosotros esa realidad primera en nuestras vidas que desde el bautismo recibimos para ser discípulos misioneros de Jesús maestro.
2. La gracia de tener a María como madre y en este mes, que hemos contemplando poco a poco a la Madre de Dios a través del santo Rosario donde a través de los colores oramos por el mundo entero, donde podemos reconocer a María como verdadera discípula misionera de su Hijo Jesús, Verde: África, azul: Oceanía, blanco: Europa, rojo: América y amarillo: Asia
3. La Iglesia de Montería esta próxima a cumplir sus 60 años de caminar en estas tierras cordobesas, y es un momento oportuno para reavivar en nosotros el compromiso de ser IGLESIA, de aportar lo mejor de sí, para que podamos ser protagonistas en la obra evangelizadora de nuestras comunidades.
4. Hoy más que nunca resuena en el oído de todos los creyentes el llamado a vivir la comunión, y con mayor razón en nosotros los jóvenes, pues debemos romper los esquemas caducos, que no nos dejan ver a los demás, como verdaderos hermanos, pues hoy todos luchamos por cosas, por objetivos, pero debemos luchar en unidad, pues la gracia de la salvación se halla en la comunión con Dios y con los hermanos.
De allí que KOINONIA es una fiesta, pero también es un reto, que te invito a vivir a plenitud, asumiendo el lema de este congreso: “ungidos con el óleo de la alegría” (Hb 1,9), pues quien es ungido es el que sirve, quien aprende a servir, vive la realidad primera y última al sentirse amado y salvado por Dios.
Animo Joven, renueva tu fe y vive la alegría de proclamar a Jesucristo como el número uno de tu corazón y el verdadero motivo para vivir cada día.
PDK