CONGRESO DE RECONCILIACION: APARTES DEL CONVERSATORIO 

“La alegría de Dios es perdonar” 

¿CON QUE REALIDAD CONTAMOS PARA CATEQUIZAR HOY?

 La catequesis sólo puede entenderse dentro de una comunidad cuya única tarea es la de evangelizar. Ciertamente la catequesis tiene su estilo propio, sus tiempos, lugares, pedagogía y métodos, pero siempre en el marco de la obra evangelizadora de la Iglesia.

Para poder llevar el evangelio hay que partir de los paradigmas nuevos con que se cuenta.

Tenemos una comunidad urbana, concentrada y desconcertada, por muchas causas, podemos resaltar algunas:

-El desplazamiento forzoso.

-La búsqueda de Nuevas y buenas oportunidades en las ciudades.

-El surgimiento de los grupos emergente.

-El ambiente digital.

-Y la experiencia religiosa On Line

Cada día la situación es muy compleja porque el mundo y la sociedad han cambiado enormemente en todos los sentidos, de forma acelerada a incesante.

Existen unos síntomas que son cada día más evidentes: disminución masiva de la práctica religiosa, secularización, indiferencia religiosa, desinterés de los jóvenes, escasez de vocaciones y crisis de credibilidad de la Iglesia.

«La tierra era caos, confusión y oscuridad» Gn 1,2 

El espíritu de Dios creador hace nuevas todas las cosas, crea y da vida.

Nos vemos invitados al cambio de paradigmas, que nos obliga a abandonar las estructuras que no favorezcan la transmisión de la fe, impulsando la renovación, que implica conversión, pastoral e institucional, mediante una actitud de apertura, de diálogo y disponibilidad para promover la corresponsabilidad y participación efectiva de todos los fieles en la vida de las comunidades cristianas.

Hoy necesitamos de un nuevo paradigma catequístico que responda a los profundos cambios del momento en lo religioso, cultural, social, tecnológico, económico y político.

¿CÓMO PUEDE CONTRIBUIR LA CATEQUESIS CON LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ?.

Siendo la Catequesis un medio de Evangelización es a la vez la herramienta básica en estos momentos cruciales que vivimos de angustia, aceleramiento, sufrimiento e incertidumbre para hacer el anuncio con alegría aplicando la Bienaventuranza donde san Mateo nos recuerda “Bienaventurado el que trabaja por la paz y la justicia”, al hacer el anuncio del Evangelio de una manera clara, un anuncio comprometido con el pobre, el excluido y el oprimido, nos va ubicando en esos escenarios que claman misericordia y justicia. Porque no se puede dar testimonio de Jesús de Nazareth sino hay JUSTICIA SOCIAL Y LIBERACIÓN PERSONAL.

La Catequesis es liberadora y hace presente la vida de Jesús por medio de los agentes de pastoral que van en su nombre y llegan como mensajeros de la Buena Nueva de salvación, haciendo camino con los pobres que saben esperar y construyen desde sus faenas un proyecto de vida en Jesús.

La instauración del Reino de Dios se hace nuevo hoy, la opresión tiene sus consecuencias que no son sólo carencias económicas y sociales, si no la destrucción de la persona misma. Los oprimidos son descritos como “cautivos” y “encadenados”, “atados” desde una instancia claramente socio_política; la asociación de ataduras y cárceles son la imagen de la ceguera y de la oscuridad que le sirven de símbolo, y con el “abrir” (ojos=cárcel) como metáfora de liberación. Is 61,1 ss

Aquí quiero recalcar la importancia de potenciar la virtud curativa de la Palabra de Dios y de la celebración de los sacramentos; educar para una liberación integral; desarrollar la presencia evangélica en el mundo del resentimiento y el dolor; optar por los más olvidados y excluidos.

Mg. Elvira I. Barrios A.