Hoy jueves santo, la iglesia nos recuerda aquellos regalos maravillosos que Jesucristo nos dejó en la última cena: LA EUCARISTÍA, EL SACERDOCIO Y EL MANDAMIENTO DEL AMOR. Tres formas diferentes pero complementarias para manifestar su presencia con nosotros.
1. En la última cena instituye la sagrada Eucaristía, presencia viva de ese Dios que nos alimenta y nos fortalece. Hoy es un día para agradecer y alabar al Señor por este don a la iglesia. Seamos eucarísticos.
2. Reunido con sus apóstoles nos deja el sacerdocio para que ejerzamos este servicio con sencillez y profundo amor por nuestras comunidades. Reflejamos a Jesús, Buen Pastor, con nuestro ministerio. Oremos hoy por todos los sacerdotes para que sigamos haciendo el bien a tantas personas.
3. En la última cena nos deja como testamento el mandamiento del amor, signo visible y creíble de nuestra fe. El que nos amó hasta el extremo nos invita a amarnos los unos a los otros. Que nos caracterice el amor que le damos a nuestro prójimo en la vida diaria: Tolerancia, buen trato, respeto, solidaridad y capacidad constante de servicio.
Vivamos este día con profundo sentido cristiano.
Dios los bendiga.