“Anunciando la Alegría de la Buena Nueva”, es la síntesis de lo que celebramos en los Sesenta (60) Años de la Diócesis de Montería, como preparación se han conformados comités para que dicha celebración alcance cada corazón, cada parroquia, cada sacerdote, laico y religiosa, a saber; protocolo, logística, publicidad (página web), litúrgico, económico y de la memoria, en día de hoy se tuvo nuevamente una reunión con avances significativos en el diseño de la posible programación que en los días venideros se estará dando conocer oficialmente a toda la comunidad diocesana, sin embargo, se es consciente que el éxito de dicho acontecimiento ante todo salvífico requerirá de la participación, promoción, dedicación, especial empeño y mucha oración, de los queridos sacerdotes y sus amadas parroquias y junto con ellos las casas de los religiosos y religiosas.
Por ello, se pone en sus manos la oración jubilar:
Padre de amor y de misericordia, te alabamos y te bendecimos por tu infinita bondad, por tu presencia en esta Iglesia particular de Montería. En estos 60 años de peregrinar hemos aprendido a descubrirte en nuestras vidas a través de nuestros gozos y sufrimientos, logros y dificultades. Concédenos, por la intercesión de la Sagrada Familia de Nazareth, amar a la Madre Santísima, con la paternal protección de San José e Imitar a tu Hijo Jesucristo, configurándonos con Él en la caridad y en el servicio a los hermanos.
Te damos gracias Señor por cada uno de los días que han conformado estos 60 años de bendición. En este momento tan particular te pedimos que nos des, como Iglesia diocesana, los dones que necesitamos para seguir fomentando tu Reino entre los hombres; Concede a nuestro obispo y al clero abundante celo apostólico, luz y fortaleza espiritual para ser los guías solícitos de esta Iglesia particular; A los religiosos y laicos comprometidos otórgales espíritu de caridad, compromiso y generosidad para ser testimonio fiel de tu Palabra y al pueblo peregrino concédele, Señor, la gracia de amar tus sendas y ser fieles a tus preceptos.
Una vez más, Señor, ponemos en tus manos benditas, por medio de la Sagrada Familia de Nazareth, todas nuestras actividades y proyectos. Nos abandonamos a tu Providencia, confiando siempre en tu amor. A ti Señor, la gloria, la honra y la alabanza por los siglos de los siglos. Amen